Felix Magath le abrió las puertas de la primera plantilla del Schalke 04 en la 2010-2011, pero su reafirmación llegó en la 2012-2013. Magath reubicó su juego. Habituado a jugar en banda -tanto izquierda como derecha- gracias a su zancada, velocidad y capacidad para centrar, pasó a jugar en la posición del ’10’ como mediapunta clásico. Libertad y liderazgo. Lo siguiente fue la llamada de la Mannschaft. Los grandes llamaron a sus puertas, pero se mantuvo fiel al Schalke hasta que en la 2015-2016 el Wolfsburgo llamó a sus puertas. La venta de De Bruyne le obligaban a buscar un líder. Una figura demasiado importante de cuya sombra le ha costado desprenderse. Pero lo ha conseguido.
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Curiosamente Draxler ha vuelto a sus orígenes. El aleman sigue siendo un ’10’, pero reubicado nuevamente a la banda izquierda. En el 4-2-3-1 su despliegue parece más cómodo desde la cal. No es extraño. No sólo porque conozca el oficio, sino por sus características.
No es veloz, es potente -84-. La diferencia es obvia. No ganará a sprint, pero en su salida de balón gana el espacio necesario para pensar la siguiente jugada. Regate -87- o pase -85-. Como mediapunta sus decisiones suele estar encamninadas a la zona de gol. Zancada potente, estilizada -recuerda en la conducción a Kaka- y mirada alta -visión 81- son cualidades más que interesantes cuando queremos un jugador que desde la banda ayude a generar juego hacia dentro. Clase y Jugón son algunos de sus rasgos. Cañonero y tiro de calidad también. Control, regate, pared y disparo potente desde la frontal es una de sus mejores especialidades. A buen seguro los grandes vuelvan a llamar a su puerta. Si quiere que el salto sea fructífero deberá asumir que en su nuevo destino debe asumir galones. En los grandes no se perdona pasar desapercibido.
No le pierdas de vista en Fifa 17 si juegas con un 4-2-3-1