Paulinho… El mediocentro ‘llegador’ recuperado del exilio a China

Paulinho… El mediocentro ‘llegador’ recuperado del exilio a China

enero 23, 2018 Desactivado Por soyChava

En su momento fue declarado como el peor fichaje de la historia del Tottenham. La culpa, 17 millones de libras y la incapacidad de Paulinho por adaptarse al estilo de la Premier. Superado el exilio y consciente de que los millones -cuando ganas mucho- no es lo que debe mandar, Paulinho se ha convertido en una ganga para el Barcelona. Nadie creía en el brasileño cuando el Barcelona apostó por él. Ahora se ha convertido en el fichaje del año (2017-2018) gracias a una aportación diferente e inesperada. Una ganga también para tu Fifa 18 y Ultimate Team. Te explicamos cómo sacarle el mejor partido al brasileño.

Porque debes tener claro para qué quieres al brasileño. No es un organizador, no es un destructor, es un llegador, un pulmón desde el centro del campo. Y no lo hace por velocidad -76- sino por su índice de trabajo -Alto/Alto- y su Resistencia 91. Un MC llegador para recuperar y salir –Anticipación (81)- pero que baja enteros para sacarle partido en la frontal – Pase Corto 81 o Potenia de Tiro 79 – respecto a otros jugadores de su perfil. No obstante, es un MC barato, al que poder sacar partido en un 4-3-3 pero sobre todo en un 4-4-2 o un 4-2-3-1 como MC de trabajo y despliegue. No lo uses en una formación con defensa de tres.

Mejora Paulinho con un MCD al lado. Fue precisamente así como se dio a conocer. Tanto en el Corinthians como en la Selección Brasileña, donde junto a Luiz Gustavo formó en el 4-2-3-1 en la Copa Confederaciones 2013 en la que se proclamó campeón. Siempre tuvo un centrocampista defensivo a su lado. No lo entendió el Tottenham, que le quiso como MCD. Anárquico, no triunfó. Los millones del Guangzhou (2015-17) le llevaron a una liga donde el fútbol competitivo baja enteros. 40 millones pagó el Barcelona por recuperarlo. Lo hizo para recuperar creatividad en el centro del campo, pero lo que se encontró fue con un jugador que no construye, que no defiende, sino que ataca. Y no lo hace con estética, sino por fe. Quiere meter gol, y se lanza a ello. De momento ha salido cara, pero puede salir cruz.