Demba Ba, goles con raza

Francés de nacimiento pero defensor de los colores de Senegal – donde comparte elástica con otros atacantes de la talla de Sow o Cissé, con quien comparte equipo – Demba Ba, a sus 27 años, ha dejado de ser una promesa para ser una apuesta firme.

Tras su debut en el Rouren frances y el paso por el Excelsior belga, su oportunidad llegó en el Hoffenheim. Su buen papel en la Liga Alemana le llevó directo a la Premier, si bien su aterrizaje no tuvo la suerte deseada. La mala temporada del West Ham, que acabó descendiendo, no le impidieron su fichaje por el Newcastle. Y ha sido precisamente con las ‘urracas’ con quien ha podido demostrar la calidad de un delantero de la escuela ‘africana’. Ésa misma que ha servido al marfileño Arouna Kone – cedido en el Levante por el Sevilla – a presentarse como una solvente alternativa.
Sus 16 goles en la recién clausurada temporada son la mejor marca de un delantero de raza, potencia e intensidad. Lejos del estilismo del regate, su fútbol es directo, como sus goles, a menudo resultado de la fuerza que imprime en cada una de sus acciones. Rápido, no es un futbolista de toque o disparo colocado. Rabioso, sus lanzamientos buscan la potencia antes que la colocación, lo que no le impide el oportunismo del ‘9’ que hace de cualquier migaja un festín. Un perfil de fuerza que le ha valido para aparecer en las agendas de grandes clubes, como el Ársenal, Chelsea o PSG. No buscan un titular, sino una alternativa, un ‘Plan B’ de lujo cuando los encuentros piden más corazón que cabeza. Mal harían equipos como el Atlético de Madrid, Valencia o Sevilla en obviar esta vía.

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