Ramires, cuando el despliegue y la técnica no son incompatibles

Mientras el Real Madrid anunciaba la contratación de Khedira al Stutgart, el Chelsea anunciaba una nueva contratación. En su deriva de fichajes se descolgaba entonces con la contratación de un mediocentro brasileño, desgarbado, cuajado en una liga ‘menor’ como la portuguesa. Pagaba 22 millones al Benfica. Entonces parecía una barbaridad. Dos años después Ramires se ha convertido en uno de los mejores pivotes del Mundo. El Madrid, con alemán en sus filas, aún busca el suyo.

Ramires, Ramires Santos do Nascimento, se ha convertido a sus 25 años en una de las piezas claves del flamante proyecto de Abramovich. La consecución de la Champions, y su gol ante el Barcelona, le han dado a conocer al planeta futbolístico, pero la trayectoria del ex del Cruzerio va más allá de sus últimas apariciones con los ‘blues’.

De físico desgarbado, lo cierto es que Ramires ha sabido adapatar su fútbol al ahora tan recurrente ‘box to box’. Con Obi Mikel fijo en las tareas defensivas, Ramires se ha convertido en el acompañante perfecto. Su despliegue en ataque, su repliegue en defensa y su capacidad física, más allá de lo que parece, le han convertido en un futbolista clave en el enlace ataque – defensa. Eso que tanto demanda Mourinho pero no encuentra. Su juego recuerda al marfileño Yaya Touré, jugadores en el que el físico no está reñido con la capacidad técnica que tanto echa en falta gente como Lass Diarrá. Llegador, con gol y pase, lo cierto es que especular con su salida del Chelsea, más aún con la ‘orejona’ bajo elo brazo, parece imposible. Pero la realidad es que le han convertido en un futbolista no sólo de futuro sino de presente.

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